#Entrevista a Mariano Rodríguez, En un género literario donde predominan y reinan las mujeres, un hombre se atreve «a pelear el trono»

Si bien en nuestro país las mayores referentes de la novela histórica romántica son mujeres, entre ellas encontramos a Viviana Rivero, Florencia Bonelli, Gloria Casañas, Gabriela Exilart, y Fernanda Pérez, entre otras, en los últimos meses una novela, que contiene una atrapante trama, está ganando terreno muy rápidamente, y su escritor: “es un hombre”.
Mariano Rodríguez tiene 36 años, es Locutor y Periodista, pero en los últimos meses se animó a llevar sus conocimientos adquiridos en muchos años de experiencia en los medios y en la docencia, a las páginas. Fue así como a comienzos de este año surgió “Más allá de todo”, novela que relata la historia ficticia de León y Serena, dos chicos que se conocen en el primer día de clases en la única escuela del pueblo llamado Epecuén, crecen juntos y se enamoran. Cuando ya de adolescentes viven su mejor momento la inundación que azotó a Epecuén los separa y sus vidas pierden sentido, aunque hacen lo posible y hasta lo imposible por reencontrarse.
En estos días el autor, se halla presentando su ópera prima en la ciudad de Buenos Aires y en ciudades del interior del país, incluso cumplió su objetivo de llevar la historia, a la ciudad de Carhué, situada en la provincia de Buenos Aires, ubicada a tan solo seis kilómetros de Epecuén, eje histórico, donde se centra la trama de la novela.
En un stand de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires donde Mariano, firmó ejemplares, el joven escritor conversó con nosotros y se refirió al mundo de la literatura, su primera obra, sus lectores y al hecho de intentar incluirse en un espacio de la literatura donde los hombres no solo no abundan, sino que escasean.

P.D.: ¿Cómo tomaste conocimiento de lo ocurrido en Epecuén? Y ¿Por qué elegiste ese hecho para realizar tu primera novela?

M.R. Antes de que todo esto fuera una realidad, ya que no conocía la historia de Epecuén, la misma llegó a mí cuando escuche una entrevista en la radio que le hacían al reconocido actor Carlos Belloso, con motivo del estreno, en ese momento, de su película “El expediente Santiso” que fue rodada en parte allí, él mencionó Epecuén y las sensaciones que experimentó, empecé a buscar información a través de Internet y allí pude conocer este suceso.
Y lo elegí porque la historia me atrapó desde el primer instante, pensar en todo lo que ocurrió allí, es decir la desaparición total de un lugar lleno de vida y sobre todo con promesas de ser un importante polo turístico a nivel nacional, más aún de lo que ya era, me impactó.
El efecto que me causaron esas imágenes fue impactante.
Pensar por un instante nada más, si nos hubiese pasado a cualquiera de nosotros. Una madrugada cualquiera te despertas con el agua ingresando a tu casa y sabes que ese es solo el principio de lo que vendrá. Tratar de sacar lo poco que podes ya que en un par de días tu casa estará varios metros bajo el agua y nada volverá a ser igual, a como fue antes. No debe haber sido nada simple lidiar con todo eso.

P.D.: Si bien los protagonistas y la historia son ficticias, el hecho en que la basas fue real, ¿hubo una etapa de investigación o conocimiento previo del lugar?

M.R. Sí hubo mucho de eso. Lo primero que hice para poder escribir esta historia fue investigar sobre el hecho en sí. En primer lugar fui hasta allí para comprobar con mis propios ojos lo que cientos de fotos, me mostraban a través de la pc. La sensación fue inexplicable. Parecía que una bomba, hubiese detonado en el lugar. Tome contacto con historiadores, ex vecinos e incluso con otros profesionales que también escribieron o trabajaron sobre la tragedia.
Era importante para mí que más allá de que el eje del libro no estuviese puesto en el fatídico hecho en sí, sino más bien en la historia de amor, los datos que utilizara, fueran reales y se ajustaran con precisión a lo que verdaderamente ocurrió allí.  El mayor desafío como escritor fue darles vida a León y a Serena en ese marco. Para hablar de él, su forma de pensar y sentir e incluso la de actuar, no me fue muy difícil, de hecho puse mucho de mí en ese personaje, si bien lo contad en la trama es irreal, o al menos para mí, seguramente debe haber sido real para muchos ex vecinos de Epecuén.

P.D.: ¿No te da miedo ingresar a un género literario como lo es éste – novela romántica con orientación histórica – , donde muchas exitosas y reconocidas escritoras ya dejaron sus huellas?

M.R: No para nada, todo lo contrario, miedo hay que tenerle a otras cosas que lamentablemente ocurren… Esto para mí es un gran desafío, sé que casi no hay hombres que se destaquen en éste género, pero sí hay muchos lectores hombres, que imagino deben estar habidos de poder leer una novela romántica, quizá contada desde otra perspectiva o con una mirada masculina, incluso muchas mujeres también. Soy totalmente consciente de que existen muy buenas escritoras, de hecho he leído y admiro a muchas de ellas, pero para nada eso puede ser un condicionante o una barrera que me impida poder avanzar y hacer algo que realmente me apasiona, como es escribir. Por fortuna en las presentaciones, a donde he podido llegar con “Más allá de todo” el público es muy diverso, incluso las edades no son nada homogéneas y me alegra porque es algo que busqué, ya que la historia que hice, está narrada de manera muy simple, para que cualquiera sea el target del lector desde los 13 o 14 años en adelante pueda comprenderla y hasta identificarse con algunos pasajes de la misma.

P.D.: ¿A dónde pretendes llegar en este camino?

M.R: Mi mayor objetivo es que la novela se conozca y pueda arrancarles muchas sonrisas a los lectores, y también, alguna lágrima, ya que hay pasajes de la novela que son muy duros. No aspiro a vivir de la literatura, si eso ocurre algún día, bienvenido sea, tengo de todas formas mi profesión que está muy marcada y arraigada en mí desde muy chico, pero sí me gustaría poder seguir creciendo día a día y aprendiendo como lo hago actualmente durante el proceso de escritura, es decir además de disfrutar de tener mi libro en la mano, disfruté mucho el camino que me llevó hasta él, fue todo aprendizaje y en ese camino encontré también personas muy valiosas, que sin su aporte, difícilmente pudiera haber logrado cumplir el sueño de la primera novela, entre ellos Natalia Mesa, Ariel Marcel y Pablo Gasparrini.

P.D.: Por último ¿Ya estás trabajando en otra historia?

M.R: (Risas) Sí, algo de eso hay. Aunque llevo escritas tan solo cuarenta páginas, pero ya tengo la trama central en la cabeza y creo que les va a gustar. Está incluida dentro del mismo género, aunque no se sitúa en la provincia de Bs. As. como ésta, pero sí en Argentina, ya que me gusta focalizar mis novelas en hechos o realidades de las cuales los argentinos estemos enterados o al menos sepamos que existieron e incluso para aquel que no las conozca, que lo pueda hacer, pero siempre relatadas con mucha responsabilidad y sobre todo respeto.

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